¿Cómo armar una cocina?
Lo mínimo que se necesita
PARA COCINAR
- Dos buenos cuchillos para cortar: uno grande y otro pequeño.
- Un cuchillo para el pan (de esos que tienen dientes).
- Una tabla para cortar.
- Un abrelatas.
- Un pelapapas/pelapatatas.
- Una olla mediana y otra olla grande.
- Una sartén.
- Una cacerola.
- Un horno.
- Dos discos de gas o vitrocerámica o cualquier otro tipo de fuego.
- Un molde para tartas.
- Varias cucharas de madera.
- Una batidora.
- Un vaso medidor.
PARA LA MESA
- Cubiertos (al menos cuatro juegos de tenedor, cuchillo, cuchara de sopa y cucharilla de postre).
- Platos de sopa.
- Platos llanos grandes.
- Platos llanos pequeños.
- Vasos.
- Copas.
- Servilletas.
PARA LIMPIAR DESPUÉS DEL DESTROZO
- Toallas de papel, limpiones o papel de cocina (depende de la latitud desde la que nos leas).
- Esponja / estropajo.
- Bolsas de basura.
Algunos consejos y contraconsejos:
Consejo de Montse: en Washington D.C. descubrí que sale muy barato comprar la vajilla en los mercados chinos y, si hay una buena selección, algunos de los platos que se consiguen tienen un no despreciable estilo minimalista a un precio… bueno, de mercado chino.
Contraconsejo de Cris: lo que nunca se debe comprar en los chinos son esos moldes para tartas que tienen un enganche para hacer la parte redonda más grande y desmoldar más fácilmente (moldes desmoldables). Acabarás con el enganche roto y teniendo que hacer maniobras imposibles para seguir usando el molde hasta que compres uno bueno...
Consejo de Cris: aunque son un pequeño gasto adicional y no son ni mucho menos imprescindibles ni básicas, las flores siempre alegran la comida. Un par de flores en un pequeño florero en el centro de la mesa pueden convertir una triste cena en soledad en un motivo para sonreír o pueden hacer que un menú no muy agraciado sea bienvenido incluso antes de llegar a la mesa. En Inglaterra descubrí que muchos pequeños ramos se pueden conseguir por muy poco dinero y metidos en agua con media aspirina pueden durar hasta una semana completa.
La lista del supermercado
No crea en la memoria. Haga una lista. Se va a ahorrar mucho dinero (sobretodo si vive fuera del país). Además, vaya sin hambre, después de comer, así tendrá menos antojos.
Si vives fuera del país y estás sujeto a un presupuesto de estudiante o de becario no pagado, aprovecha los lunes o los domingos por la noche o averigua cuándo el supermercado cambia la mercadería y ve el día antes (bajan los precios a niveles que pueden terminar siendo ahorros considerables). Tira de ofertas: dos por uno, tres por dos…ya se verá que platos se pueden preparar con esos ingredientes.
Ir a supermercados étnicos puede ser una experiencia magnífica. Los mercados chinos abren un sinfín de posibilidades. Si se vive fuera, son toda una aventura y permiten ahorrar. El arroz siempre será más barato en un supermercado oriental, por ejemplo. (Montse: En una de esas excursiones, encontré chayotes en el centro de Londres. También encontré tamarindo en una tienda india al Sureste de Inglaterra). Así que explora los supermercado orientales, indios, africanos o los mercaditos latinos y los de otras culturas en tu propia tierra...o en otra.
Lista básica de supermercado para sobrevivir:
Con estos básicos ingredientes se puede preparar un menú completo de desayuno, comida y cena, sin mucho esfuerzo y sin sobrecalentar los fogones…ni la paciencia.
Sal.
Pimienta.
Aceite.
Vinagre (de Jerez, de Módena, de manzana…).
Orégano.
Tomates.
Cebolla.
Enlatados (atún, sardinas, espárragos).
Ajo.
Spaghetti.
Arroz.
Legumbres (judías, garbanzos, lentejas).
Harina.
Azúcar.
Levadura.
Huevos.
Carne.
Pescado.
¿Cómo lavar los platos?
Use guantes. No es por un asunto de vanidad únicamente, sino y sobretodo que permiten utilizar agua más caliente sin quemarse. El agua caliente ayuda a desinfectar.
Mire bien si están bien lavados. No hay nada más desagradable que sacar de la alacena un plato que se creía limpio pero que tiene un resto de comida. Siempre hay que revisar la parte de abajo del plato.
Deje para el final los platos que tengan residuos de huevo, o alimentos de olores muy fuertes. Si no, la esponja va a absorber esos olores y los va a distribuir por el resto de los platos. Es muy desagradable tomar agua de un vaso que huele a huevo.
Los cacharros de cocina que hayan quedado impregnados de aceite es mejor dejarlos para hacer una doble sesión: al final de la vida del jabón y al inicio. Cuando ya casi no queda jabón en el estropajo es el momento de enjabonar un poco todos esos platos y cacerolas con aceite. Eso eliminará la mayoría del aceite y de los residuos. Luego, al volver a poner jabón de nuevo, se vuelven a limpiar eliminando completamente la pátina aceitosa que se queda invisible al fondo de la olla en cuestión.
Hierva las esponjas. Las esponjas no solo distribuyen los olores, sino también las bacterias. Pero no hace falta usar una nueva cada día. Hiérvalas. O póngalas en agua en el microondas por unos minutos para limpiarlas.
Las reglas de oro en la cocina de un soltero, desesperado o expatriado
1. Paciencia. El saber a veces se consigue más esperando que echando sal.
2. El detalle. Como en todo lo importante, en el detalle, en lo más pequeño, está la diferencia entre el éxito o el desastre. Mucha sal o poca sal puede hacer una diferencia mayor que si se compró el corte adecuado de carne. El detalle importa siempre. Desde el tipo de cuchara, hasta cómo se sirve el plato. El detalle demuestra cariño. Y en la soledad, aunque dé pereza, es en el detalle donde en ocasiones nos demostramos un poco de amor propio.
3. Desarrollar el ojo y el paladar. Esto viene con la experiencia. Sí, sabemos lo que se siente cuando una receta termina la lista de ingredientes con: “sal y pimienta al gusto”… ¿al gusto de quién? Del suyo, cuando llegue a tenerlo. Por el momento, una pizquita. ¿Cuánto es una pizca? “Pellizque” la sal. Si es demasiada, o poca, ahí irá aprendiendo. Y la única manera de hacerlo, es experimentando.
4. Experimentar. Las recetas, por más que sean recetas, son guías. Atrévase a cambiar cosas. A ponerle un poco de picante, de tomillo, de achiote, de pimentón, de mostaza, etc. Si lo bueno de estar cocinando a solas es que nadie se va a dar cuenta. Atrévase.
5. Obligarse. Sí, llegar a casa, después del trabajo o del estudio y cocinar para uno solo es aburrido. Es muy fácil caer en la tentación de los alimentos preparados, de la comida china o la pizza a domicilio. Pero hay que obligarse. Al final del día, ese champú de cariño que es cocinarse algo de lo que uno tiene antojo sólo se lo da uno. Que la cocina sea una cita con usted mismo.
6. Invite a alguien a cocinar con usted. La mesa siempre ha sido un rito social. Y la cocina también. Si no tiene ganas de cocinar para usted solo, ¿por qué no toma el teléfono y llama alguien? ¿Que no sabe hacer nada? Bueno, para eso es este blog.
NOTA PARA NUESTROS SEGUIDORES
La semana que viene comenzaremos ya a colocar recetas en el blog. Nuestro compromiso: no colocar ninguna receta que no hayamos probado a hacer nosotras mismas, para poderos dar los consejos y trucos necesarios o evitaros los desastres típicos de los intentos frustrados. Nuestra intención (si el trabajo nos lo permite, claro) es colocar una o dos recetas a la semana. Como la mayoría de vosotros trabajáis igualmente y no tenéis tiempo hasta el fin de semana para cocinar, esperamos que este sea un buen ritmo que os ayude a poder probar por vosotros mismos las recetas que aquí se coloquen
Si queréis colaborar con alguna receta, podéis enviarla a nuestro correo electrónico cocina.desesperada@gmail.com indicando el nombre con el que queréis que aparezca (p.e. Montse o Marta Pérez o Costilla). Lo único que os pedimos es que respetéis la misma regla: no enviar nada que no hayáis probado a hacer vosotros mismos
Si alguno tiene curiosidad o antojo por alguna receta en particular, también puede solicitarla en nuestro correo. Si alguna de las dos la ha cocinado, la pondremos en las siguientes entradas. Y si no, probaremos a hacerla y la pondremos lo antes posible. Cuando se coloque, os enviaremos un correo electrónico para avisaros.
Lo mínimo que se necesita
PARA COCINAR
- Dos buenos cuchillos para cortar: uno grande y otro pequeño.
- Un cuchillo para el pan (de esos que tienen dientes).
- Una tabla para cortar.
- Un abrelatas.
- Un pelapapas/pelapatatas.
- Una olla mediana y otra olla grande.
- Una sartén.
- Una cacerola.
- Un horno.
- Dos discos de gas o vitrocerámica o cualquier otro tipo de fuego.
- Un molde para tartas.
- Varias cucharas de madera.
- Una batidora.
- Un vaso medidor.
PARA LA MESA
- Cubiertos (al menos cuatro juegos de tenedor, cuchillo, cuchara de sopa y cucharilla de postre).
- Platos de sopa.
- Platos llanos grandes.
- Platos llanos pequeños.
- Vasos.
- Copas.
- Servilletas.
PARA LIMPIAR DESPUÉS DEL DESTROZO
- Toallas de papel, limpiones o papel de cocina (depende de la latitud desde la que nos leas).
- Esponja / estropajo.
- Bolsas de basura.
Algunos consejos y contraconsejos:
Consejo de Montse: en Washington D.C. descubrí que sale muy barato comprar la vajilla en los mercados chinos y, si hay una buena selección, algunos de los platos que se consiguen tienen un no despreciable estilo minimalista a un precio… bueno, de mercado chino.
Contraconsejo de Cris: lo que nunca se debe comprar en los chinos son esos moldes para tartas que tienen un enganche para hacer la parte redonda más grande y desmoldar más fácilmente (moldes desmoldables). Acabarás con el enganche roto y teniendo que hacer maniobras imposibles para seguir usando el molde hasta que compres uno bueno...
Consejo de Cris: aunque son un pequeño gasto adicional y no son ni mucho menos imprescindibles ni básicas, las flores siempre alegran la comida. Un par de flores en un pequeño florero en el centro de la mesa pueden convertir una triste cena en soledad en un motivo para sonreír o pueden hacer que un menú no muy agraciado sea bienvenido incluso antes de llegar a la mesa. En Inglaterra descubrí que muchos pequeños ramos se pueden conseguir por muy poco dinero y metidos en agua con media aspirina pueden durar hasta una semana completa.
La lista del supermercado
No crea en la memoria. Haga una lista. Se va a ahorrar mucho dinero (sobretodo si vive fuera del país). Además, vaya sin hambre, después de comer, así tendrá menos antojos.
Si vives fuera del país y estás sujeto a un presupuesto de estudiante o de becario no pagado, aprovecha los lunes o los domingos por la noche o averigua cuándo el supermercado cambia la mercadería y ve el día antes (bajan los precios a niveles que pueden terminar siendo ahorros considerables). Tira de ofertas: dos por uno, tres por dos…ya se verá que platos se pueden preparar con esos ingredientes.
Ir a supermercados étnicos puede ser una experiencia magnífica. Los mercados chinos abren un sinfín de posibilidades. Si se vive fuera, son toda una aventura y permiten ahorrar. El arroz siempre será más barato en un supermercado oriental, por ejemplo. (Montse: En una de esas excursiones, encontré chayotes en el centro de Londres. También encontré tamarindo en una tienda india al Sureste de Inglaterra). Así que explora los supermercado orientales, indios, africanos o los mercaditos latinos y los de otras culturas en tu propia tierra...o en otra.
Lista básica de supermercado para sobrevivir:
Con estos básicos ingredientes se puede preparar un menú completo de desayuno, comida y cena, sin mucho esfuerzo y sin sobrecalentar los fogones…ni la paciencia.
Sal.
Pimienta.
Aceite.
Vinagre (de Jerez, de Módena, de manzana…).
Orégano.
Tomates.
Cebolla.
Enlatados (atún, sardinas, espárragos).
Ajo.
Spaghetti.
Arroz.
Legumbres (judías, garbanzos, lentejas).
Harina.
Azúcar.
Levadura.
Huevos.
Carne.
Pescado.
¿Cómo lavar los platos?
Use guantes. No es por un asunto de vanidad únicamente, sino y sobretodo que permiten utilizar agua más caliente sin quemarse. El agua caliente ayuda a desinfectar.
Mire bien si están bien lavados. No hay nada más desagradable que sacar de la alacena un plato que se creía limpio pero que tiene un resto de comida. Siempre hay que revisar la parte de abajo del plato.
Deje para el final los platos que tengan residuos de huevo, o alimentos de olores muy fuertes. Si no, la esponja va a absorber esos olores y los va a distribuir por el resto de los platos. Es muy desagradable tomar agua de un vaso que huele a huevo.
Los cacharros de cocina que hayan quedado impregnados de aceite es mejor dejarlos para hacer una doble sesión: al final de la vida del jabón y al inicio. Cuando ya casi no queda jabón en el estropajo es el momento de enjabonar un poco todos esos platos y cacerolas con aceite. Eso eliminará la mayoría del aceite y de los residuos. Luego, al volver a poner jabón de nuevo, se vuelven a limpiar eliminando completamente la pátina aceitosa que se queda invisible al fondo de la olla en cuestión.
Hierva las esponjas. Las esponjas no solo distribuyen los olores, sino también las bacterias. Pero no hace falta usar una nueva cada día. Hiérvalas. O póngalas en agua en el microondas por unos minutos para limpiarlas.
Las reglas de oro en la cocina de un soltero, desesperado o expatriado
1. Paciencia. El saber a veces se consigue más esperando que echando sal.
2. El detalle. Como en todo lo importante, en el detalle, en lo más pequeño, está la diferencia entre el éxito o el desastre. Mucha sal o poca sal puede hacer una diferencia mayor que si se compró el corte adecuado de carne. El detalle importa siempre. Desde el tipo de cuchara, hasta cómo se sirve el plato. El detalle demuestra cariño. Y en la soledad, aunque dé pereza, es en el detalle donde en ocasiones nos demostramos un poco de amor propio.
3. Desarrollar el ojo y el paladar. Esto viene con la experiencia. Sí, sabemos lo que se siente cuando una receta termina la lista de ingredientes con: “sal y pimienta al gusto”… ¿al gusto de quién? Del suyo, cuando llegue a tenerlo. Por el momento, una pizquita. ¿Cuánto es una pizca? “Pellizque” la sal. Si es demasiada, o poca, ahí irá aprendiendo. Y la única manera de hacerlo, es experimentando.
4. Experimentar. Las recetas, por más que sean recetas, son guías. Atrévase a cambiar cosas. A ponerle un poco de picante, de tomillo, de achiote, de pimentón, de mostaza, etc. Si lo bueno de estar cocinando a solas es que nadie se va a dar cuenta. Atrévase.
5. Obligarse. Sí, llegar a casa, después del trabajo o del estudio y cocinar para uno solo es aburrido. Es muy fácil caer en la tentación de los alimentos preparados, de la comida china o la pizza a domicilio. Pero hay que obligarse. Al final del día, ese champú de cariño que es cocinarse algo de lo que uno tiene antojo sólo se lo da uno. Que la cocina sea una cita con usted mismo.
6. Invite a alguien a cocinar con usted. La mesa siempre ha sido un rito social. Y la cocina también. Si no tiene ganas de cocinar para usted solo, ¿por qué no toma el teléfono y llama alguien? ¿Que no sabe hacer nada? Bueno, para eso es este blog.
NOTA PARA NUESTROS SEGUIDORES
La semana que viene comenzaremos ya a colocar recetas en el blog. Nuestro compromiso: no colocar ninguna receta que no hayamos probado a hacer nosotras mismas, para poderos dar los consejos y trucos necesarios o evitaros los desastres típicos de los intentos frustrados. Nuestra intención (si el trabajo nos lo permite, claro) es colocar una o dos recetas a la semana. Como la mayoría de vosotros trabajáis igualmente y no tenéis tiempo hasta el fin de semana para cocinar, esperamos que este sea un buen ritmo que os ayude a poder probar por vosotros mismos las recetas que aquí se coloquen
Si queréis colaborar con alguna receta, podéis enviarla a nuestro correo electrónico cocina.desesperada@gmail.com indicando el nombre con el que queréis que aparezca (p.e. Montse o Marta Pérez o Costilla). Lo único que os pedimos es que respetéis la misma regla: no enviar nada que no hayáis probado a hacer vosotros mismos
Si alguno tiene curiosidad o antojo por alguna receta en particular, también puede solicitarla en nuestro correo. Si alguna de las dos la ha cocinado, la pondremos en las siguientes entradas. Y si no, probaremos a hacerla y la pondremos lo antes posible. Cuando se coloque, os enviaremos un correo electrónico para avisaros.
Me encanta este blog!! juro que lo escribieron para mí!! Siempre que estoy en el supermercado no sé qué comprar, y al final me gustaría experimentar cocinar un par de cosas. Hasta que hoy decidí buscar en google "lista de compras para solteros y expatriados" y di con ustedes!! qué felicidad!!! :)))
ResponderEliminarBienvenida, Joanna :o) Esperamos que sigas experimentando con nuestras recetillas en el blog y que dentro de poco hasta nos mandes alguna tuya que hayas probado a hacer y te haya salido rica, rica. Un beso muy fuerte.
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