viernes, 22 de octubre de 2010

Aunque no vayamos de peregrinación, empanada gallega a mogollón

¡¡Buenos días a todos/as!!

Después de un parón importante motivado por cuestiones personales y laborales que no vienen al caso, ¡¡hemos vuelto de nuevo!!

Y para empezar otra vez nuestra andadura, por segunda vez desde las vacaciones, una receta fácil, fácil y rica, rica que seguro que le encanta a mi amiga Pili: la empanada.


1. Receta.

Nota previa: El tamaño de la empanada dependerá del de las planchas de masa para empanada que utilicemos. La receta de hoy es con una sola plancha, que se dobla por la mitad, pero si usáis dos no es necesario doblarlas, simplemente se usa una para arriba y otra para abajo.

Para una empanada que dé para que piquen seis u ocho personas en una fiesta, los ingredientes serían:

- 1 plancha de masa para empanada (se puede hacer también casera, el que esté interesado que nos mande un correo).

- 3 huevos (2 duros y del tercero sólo la yema).

- 2 latas de atún en aceite.

- 2 pimientos morrones asados.

- 4 cucharadas grandes de tomate frito.


¿Y cómo se hace?


Primero hacemos el relleno de la empanada.

Para ello, quitamos el aceite a las latas de atún y las ponemos desmigadas en un recipiente para mezclarlas con el resto de ingredientes.

Cortamos los pimientos asados y los huevos duros en trocitos pequeños y los añadimos al atún.

Añadimos el tomate frito y mezclamos bien. Es mejor que sobre tomate a que falte. Tened en cuenta que al meterla al horno, se va a resecar un poco, por lo que el tomate será lo que haga que esté jugosa al sacarla.

Es importante que el relleno no quede demasiado acuoso, pero sí jugoso. Si queda muy acuoso, se va a salir al meterlo en el horno y vamos a ponerlo perdido todo.

Una vez hecho el relleno, se coloca la plancha en una fuente de horno (como siempre, sobre un papel de horno, claro). Se rellena hasta la mitad y se dobla la otra mitad sobre el relleno, de tal manera que quede como un bocadillo de relleno. No es necesario cerrarla del todo, pero sí dejar un poco de hueco entre el relleno y el final de la masa por los lados, porque si no se saldrá todo lo que esté en los bordes cuando se vaya haciendo. lo alta que quede depende de cuánto relleno queráis meterle.

Se pone a precalentar el horno a 180º mientras pintamos la empanada.

Con la yema de huevo y un pincel, se pinta toda la parte superior de la empanada. Luego se pincha con un tenedor por varios sitios, para evitar que se rompa con el calor del horno.

Se mete en el horno y se baja a 150º. Se deja entre media hora y una hora. Lo que tenéis que mirar es que la parte de arriba esté brillante y de un color como marrón medio, ni muy claro ni quemado.

Nota: Recordad lo que siempre os digo, cada horno es un mundo. por eso, las primeras veces que se hace cada plato hay que estar muy atentos a la temperatura y el tiempo, ajustándolos en función de cómo lo veamos. Una vez que ya cada uno le coge el truco a su horno, ya puede descuidarse más e irse a hacer otras cosas mientras el horno funciona, pero las primeras veces, ¡a pie de horno!

Se saca del horno, se deja enfriar y…¡¡lista para devorar!!


2. Historia.

La palabra empanada proviene del castellano "empanar", cuyo significado es "encerrar algo en masa o pan para cocerlo en el horno".

En sus orígenes, la empanada se hacía haciendo un agujero en las hogazas grandes de pan y metiendo el relleno por él antes de calentarlo.

Con el tiempo, se acabó cociendo la masa de pan junto con su relleno y, tiempo más tarde, se elaboraron masas específicas para envolver el relleno.

Se trataba de un alimento consumido principalmente por pastores y peregrinos.

El origen de la empanada es bastante incierto. Los datos más antiguos los podemos encontrar en la antigua Persia, varios siglos antes de Cristo, donde ya se conocía un plato que podía tener bastante que ver con la empanada tal y como la conocemos hoy en día.

Se cree que fue Grecia la que introdujo la masa de empanada en el mundo occidental, ya que según los árabes los griegos preparaban una pasta, conocida como philo, especial para ser rellenada. Esta pasta, muy apreciada por su textura suave, crujiente y fina una vez horneada, pasó a hacerse muy popular y se extendió hacia todo el Medio Oriente en general.

El conocimiento de la empanada en España tiene muy probablemente su origen en la entrada de los árabes en Al-andalus. Se atribuye al conquistador árabe de nombre Tarig ibn Ziryad, quien dió nombre a la ciudad de Gibraltar. Los árabes preparaban una especie de empanadillas de trigo rellenas con carne de cordero conocidas como fatay o esfiha, así como otras variedades tanto dulces como saladas.


3. Variantes.

Dependiendo de las regiones y del gusto del cocinero, la empanada puede hacerse de múltiples maneras, cambiando no sólo el relleno sino también la masa y la forma de la misma.

Como alimento se da en casi todas las regiones españolas aunque quizás las más famosas son las de Galicia (conocida como empanada gallega), Asturias y Cantabria. Sin olvidar los variados hornazos, como el de Salamanca o Ávila.

En Mallorca es muy habitual las denominadas Cocarrois de verdura (se llenan de acelgas, pasas y piñones) y las de cebolla.

La empanada berciana es un tipo de empanada de masa de pan típica de El Bierzo (León, España), cuya principal característica es el uso de patata dentro de ella. Destacan la empanada de pulpo, bacalao, xixos (carne adobada), sardinas, acelgas y sobre todo la empanada de botillo que es la empanada típica berciana.

En Canarias tradicionalmente estaban hechas de hojaldre con rellenos dulces o salados y se las conocía como truchas. Esta denominación pervive casi exclusivamente para las variedades dulces. Hoy es muy habitual encontrar por Navidad o Carnavales truchas de cabello de ángel, batata, almendra, higos, etcétera.

En Argentina normalmente se cocina al horno o frita. Generalmente tiene forma de semicírculo de no más de 20 cm. de diámetro, cerrado en los bordes con un elaborado repulgo. Entre sus variantes principales están: las de carne (de carne vacuna o de carne de pollo), las de humita y las de jamón y queso. La empanada de carne (vacuna) se prepara generalmente con carne picada, cebolla, huevos cocidos picados, aceitunas y, en ocasiones, pasas de uva, para que sean "jugosas" se les añade "pella" es decir grasa fina (una auténtica empanada criolla jamás tiene su relleno frito con aceite vegetal). Se condimenta fuertemente, especialmente con comino, pimentón dulce y ají molido. La empanada de jamón y queso suele también llevar tomates picados.

Unos de los varios "secretos" de las diversas empanadas argentinas es el añadir al relleno una cucharada de vinagre y la preparación de tal relleno un día antes (guardándolo en la nevera) de la preparación de las empanadas, de este modo el relleno se homogeneiza y se hace consistente.

En Bolivia, la empanada más conocida es la salteña, que se hace con una masa de ligero sabor dulzón con un relleno (jigote) de guiso de res o de pollo, con papa y caldo. Se pintan de un suave pigmento rojo/anaranjado, que le da un color muy especial. Normalmente son de carne de vacuno o de pollo, aunque también hay vegetarianas.

Otros tipos de empanada muy conocidos en Bolivia son la tucumana (que se consume mayormente frita) y la puka capa (empanadas rojas, tradicionales de la ciudad de Cochabamba, preparadas al horno con queso, cebolla, aceitunas y otros ingredientes, son normales o picantes)

En Chile la masa es de harina de trigo. La empanada más popular es la empanada de pino (es un relleno de carne picada de vacuno sofrita con cebolla finamente picada, condimentado, entre otros aliños, con ají de color y comino, una aceituna negra, un cuarto de huevo duro y opcionalmente una o dos pasas de uva).

La empanada en Chile tiene variantes múltiples y se le reconoce como un alimento emblemático del país, siendo consideradas, junto con las sopaipillas, el valdiviano y distintas comidas en base a mariscos (como el curanto, el chupe de mariscos y la paila marina) como comidas típicas en su gastronomía.

En Colombia cada región hace empanadas distintas, elaboradas con masas de harina de trigo o de maíz, variando los rellenos desde puré de papa con carne molida o con maní hasta queso, calabaza, dulce de ahuyama o guisos salados de carne, pollo, arroz cocido y alguna verdura. Son pequeñas (para una persona) y su forma en media luna es común para todas las regiones, resultante de doblar la masa delgada cortada en circunferencia con el relleno en el medio y puestas a freír en grasa caliente.

En el departamento del Cauca, particularmente en Popayán (capital del departamento), son famosas las empanaditas de pipián, que se rellenan con un guiso del mismo nombre, usado también para hacer tamales, que consiste en una mezcla de papas coloradas y partidas, hogao, maní tostado y molido, huevos duros picados y achiote (el colorante tradicional indígena). En ocasiones también se usa clavos de olor o canela molida.

En Grecia existen las spanakotiropites (empanadillas de espinaca y queso feta), la kreatopita (empanada de carne ovina o caprina), la hortopita (empanada de verdura ) y la kotopita (empanada de pollo).

En Italia se las denomina panzerotti y son típicas de la región de Apulia y concretamente de la zona de Bari. La masa es de harina de trigo, se le añaden agua tibia y levadura de cerveza. Los expertos en tradiciones locales le añaden a la masa patatas hervidas. Parece que este toque hace más suave la masa, la cual debe llegar a ser perfectamente homogénea antes de ser puesta a descansar en un lugar cálido (por ejemplo en el horno apagado) durante dos o tres horas. El relleno tradicional es de salsa de tomate y queso mozzarella, sus variantes son con queso y carne, cebolla, huevo y queso ricotta. Se fríen en aceite de oliva y se sirven calientes.

En México existen rellenos típicos como son las rajas con queso, champiñón con queso, y pollo con mole. Las empanadas en México son similares a los pastes, aunque generalmente dulces. Otras variedades son, por ejemplo, los Volovanes de Veracruz, cuya forma es cuadrada y su sabor más común es la jaiba; o las empanadas fritas de Tabasco que contienen pejelagarto. En Sinaloa son populares las empanadas dulces de maíz y trigo horneadas con relleno de guayaba, calabaza, piloncillo o cajeta; o cualquier relleno dulce del que se disponga. En Nayarit y Colima son populares las empanadas de camarón molido, que también pueden llevar pescados secos y se bañan con salsa picante de tomate verde o rojo. En Oaxaca, se preparan principalmente tres empanadas: la de mole verde, la de mole amarillo y la también llamada quesadilla preparada con queso oaxaca y flor de calabaza y champiñones. En este estado, como en Chiapas y Veracruz, son muy apreciadas las empanadas de maíz (en ocasiones una mezcla de maíz y trigo) fritas en aceite y rellenas de pollo, carne de res o queso.

En Perú el relleno de las empanadas suele ser de carne cocinada con cebolla de hoja, huevo duro molido y sal. Se preparan friéndolas en aceite y se comen generalmente con pan. A medida que se consumen, se les echa dentro algunas gotas de limón ácido. Sus principales ingredientes son: carne de ave o de res en pequeños trozos, cebolla blanca picada, pimiento rojo, tomate pelado, pasas, aceituna, ajo picado, comino en polvo, eventualmente pan molido, masa de empanada, clara de huevo y aceite vegetal.

En Inglaterra son muy populares las empanadas saladas conocidas como Cornish pasties, típicas de la región de Cornualles. Se elaboran tradicionalmente envolviendo en una fina masa una mezcla de carne de vaca, patata, nabicol y cebolla. La emigración británica llevó los pasties de Cornualles a Australia donde son muy populares.

En la República Dominicana existe una variedad llamada catibías, condimentadas con adobo, huevos cocidos picados y pasas.

En Rusia son llamadas pirozhki (o pirožki), son de harina de trigo y vienen rellenas con carne de cordero, carne de res, salmón, caviar, repollo y todo tipo de vegetales. Por lo general las hacen fritas, pero también se hacen al horno, también sofríen la cebolla y la mezclan con las carnes y se salpimienta al gusto.

En Uruguay la empanada combina estilos gallegos e italianos. De masa fina a base de trigo (o harina de maíz, en menor medida), se consume tanto frita como horneada. Las más comunes son las saladas gallega, la mendocina (de Mendoza), de jamón y queso, de queso y cebolla, de carne vacuna, la agridulce y la picante.

En Venezuela la empanada tradicional se hace con la masa del maíz molido, tienen forma de media circunferencia o media luna y su preparación viene dada por la realización de esferas de masa que son aplastadas manualmente de forma circular sobre un plástico, sobre las cuales se pone el relleno, se dobla por la mitad cubriendo el relleno y sellándolo con un tenedor para luego freírlas en abundante aceite caliente.

En Venezuela se distingue entre la empanada de harina de maíz y aquella de harina de trigo u hojaldre. Las primeras son llamadas propiamente empanadas y las segundas son reconocidas como pasteles o pastelitos, siendo éstos en forma de media luna, circulares o cuadrados.

Las empanadas venezolanas pueden estar rellenas con casi cualquier ingrediente, desde los rellenos más convencionales como queso, carne mechada (típica del país, carne guisada y deshilachada), pollo guisado, cazón, pernil, caraotas y queso hasta las más exóticas mezclas de moluscos marinos. Se aliñan con guasacaca, mahonesas y picantes locales.


4. Curiosidades.

El Maestro Mateo inmortalizó en las mensulas que se encuentran en el salón de fiestas ubicado en el segundo piso del Palacio de Gelmirez (Santiago de Compostela, España), también llamado palacio arzobispal, a un grupo de gente preparando empanada.

La empanada peruana se consume desde los inicios del Virreinato del Perú y era motivo de concursos entre sus productores, junto con los más diversos manjares, ya que con motivo de la Navidad el mismo virrey oficiaba de juez visitando los claustros, conventos y panaderías o pastelerías de la Ciudad de los Reyes para premiar a los mejores.


5. Conservación.

Si os sobra un poco, podéis guardarla varios días (cinco máximo) tapada en el frigorífico, aunque es ideal para ponerla como aperitivo en la siguiente comida o incluso para írsela comiendo en trocitos pequeños mientras se cocina la próxima receta o se hace tiempo hasta la cena.



8 comentarios:

  1. ¡Cómo te lo has currado! ¡Bárbaro, es un máster de empanadas! Ahora tienen que salir perfectas :o)

    ResponderEliminar
  2. Hombre, la receta facilita es y las veces que la he hecho ha salido de muerte...

    A ti seguro que te sale genial, que ya sé yo que eres otra cocinillas ;o)

    ResponderEliminar
  3. Eh! Ya he hecho la empanada. Me animé también con la masa y salido todo muy rico. Gracias por la receta.

    ResponderEliminar
  4. Me alegro que te haya salido tan bien, preciosa :o)

    ResponderEliminar
  5. Yo hice una versión de la empanada pero de carne con cebolla, pimiento verde, pimiento rojo, y tomate frito. Como siempre tengo algún percance cuando pruebo una receta nueva, al echarle dos gotitas de tabasco me cayeron bastante más de dos, así que me salió con muuuuuuuuucha alegría. Pero de sabor, riquísima.

    ResponderEliminar
  6. Julen, lo bueno de las empanadas es eso, que la puedes hacer de lo que quieras, prácticamente te admite cualquier cosa salada jejeje Ya me dirás qué le echas la próxima vez :o)

    ResponderEliminar
  7. La siguiente la he hecho tal cual poneis la receta con bonito. Esta me ha salido de muerte... y no solo lo he dicho yo, que tengo un público exigente. GRACIAAAAAAAAAAS

    ResponderEliminar
  8. jajajaja De nada, me alegro de que haya salido rica, Julen. Seguro que las innovaciones que vayas haciendo estarán estupendas también...¡¡siempre que olvides el tabasco!!

    ResponderEliminar