miércoles, 11 de mayo de 2011

Con chocolate o con fresas, que ricas las magdalenas…



 
Después de un tiempo de ausencia por cuestiones logísticas (¡¡me he mudado por fin!!), hoy os traigo una receta que se hace en poco tiempo (apenas una hora-hora y cuarto) y que está súper rica. ¡¡Lo malo es que crea adicción!! Hoy cocinamos unas ricas magdalenas de fresa y/o de chocolate…


1. Receta.

Para disfrutar de 26 magdalenas de tamaño estándar, los ingredientes serían:

- 2 huevos.

- 200 g. de azúcar.

- 250 g. de harina.

- 1 vaso de leche (Nota: el tamaño estándar, ni muy grande ni muy pequeño. Lo más importante es que uséis el mismo vaso para la leche y el aceite).

- Medio vaso de aceite.

- 1 sobre de levadura en polvo.

- Mermelada de fresa (o de otro sabor a vuestra elección).

- Chocolate para fundir o pepitas de chocolate.

- Pepitas de chocolate al gusto para decorar.


¿Y cómo se hace?


Nota previa: Necesitáis moldes de papel para magdalenas y un molde o dos de metal para magdalenas. Los moldes de papel se venden en muchas tiendas y supermercados. Si vais a hacer magdalenas de distintos sabores, es mejor comprar moldes de distintos colores, porque una vez hechas es difícil distinguir de qué sabor era cada una. Los moldes de metal para colocar las magdalenas son necesarios porque si se colocan las magdalenas en los moldes de papel directamente sobre la bandeja del horno, se queman las magdalenas por abajo. Los míos los he comprado en el chino de debajo de mi casa, pero los hay ya en muchas tiendas también.

Se baten bien los huevos con el azúcar. Se añade la leche y el aceite y se vuelve a batir.

En un bol aparte se mezcla la harina con la levadura, que se agrega tamizada a la mezcla anterior. (Nota: para tamizar, lo único que hay que hacer es echar la mezcla a través de un colador).

Una vez mezclado todo, se rellenan los moldes. Tenéis que llenarlos hasta aproximadamente dos tercios del molde de papel.

Si vais a hacer las magdalenas simples, las podéis meter ya en el horno.

Si las vais a hacer de fresa, antes de meterlas en el horno se les echa una cucharadita de mermelada de fresa por encima. No os preocupéis, como la mermelada pesa más que la masa, cuando se vayan haciendo en el horno irá bajándose, de tal manera que se quede en el interior de la magdalena. (Nota: se pueden hacer de cualquier cosa que haya mermelada: naranja amarga, ciruela…Yo las he hecho de albaricoque y salen buenísimas).

Si las vais a hacer de chocolate, podéis hacerlas de dos maneras: con chocolate para fundir o con pepitas de chocolate. En ambos casos, se debe poner la masa hasta la mitad del molde, echar entonces una cucharada de chocolate para fundir que hayáis derretido previamente o las pepitas de chocolate y luego acabar de rellenar hasta los dos tercios del molde. Si las echáis por encima de la masa como hemos hecho con la mermelada, el chocolate quedará sobre la magdalena y no dentro. (Nota: personalmente prefiero hacerlo con chocolate fundido, porque las pepitas a veces no acaban de fundirse y se quedan trozos dentro de la magdalena. Al chocolate yo le añado una mezcla especial para que quede más jugoso: dos cucharadas de azúcar, una yema de huevo y una cucharada de mantequilla, todo bien mezclado previamente y fundido en el chocolate).

Se precalienta el horno arriba y abajo a 180º.

Se meten las magdalenas en el horno a 180º durante 25 minutos aproximadamente. Cuando se meten en el horno, se pone solamente por abajo para que suba la masa. Una vez haya subido, ya lo ponemos también por arriba para que se terminen de dorar. (Nota: normalmente es como 20 minutos por abajo y los cinco o diez últimos minutos arriba y abajo).

Se pueden decorar con pepitas de chocolate por encima cuando todavía estén calientes y dejar que se derritan.



2. Historia.


Aunque parezca mentira, apenas he podido encontrar referencias al origen de las magdalenas.

Dos teorías son las que má aparecen en distintos textos de cocina.

Según la primera de ellas, las magdalenas tendrían su origen en Francia, elaboradas por primera vez por una sirvienta de nombre Madeleine Paulmier, quien elaboró unos pastelitos para Stanislas Leszczynski, rey de Polonia, que quedó maravillado por el sabor de estos pequeños manjares.

La otra teoría dice que las magdalenas tienen su origen en la época de los peregrinajes a Santiago de Compostela. Una joven llamada Magdalena, solidaria con los peregrinos, les dio de comer unos deliciosos pastelitos con forma de concha. Desde entonces, la receta de esta joven samaritana se implantaría en toda España y resto de Europa.



3. Conservación.


Las magdalenas aguantan hasta cinco días blanditas, siempre que toméis la precaución de taparlas con papel albal.

No se pueden congelar.


2 comentarios:

  1. ¡Qué ricas, cómo me gustan las magdalenas! Las hago igual pero con la mitad de leche y menos aceite, voy a probar estas que seguro que están estupendas y ya veo que salen muchas más :o)

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  2. Hablando con Aída, me comentaba que, aunque ella no lo ha hecho nunca, vio en la tele que la masa sí se puede congelar, así que si os sobra un poco, ya sabéis...

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