1. Receta.
Para una quiche como para cuatro personas necesitamos los siguientes ingredientes:
- Una masa de hojaldre o de pasta brisa o quebrada (la masa brisa queda más dura, tipo galleta, mientras que la de hojaldre queda más esponjosa).
- 3 huevos.
- 1 tetrabrick pequeño de nata líquida.
- 200 gr. de bacon.
- 1 cebolla.
- Queso en virutas para pasta o pizza (yo suelo usar de dos tipos: de mozzarella y de mezcla de cuatro quesos).
- Aceite para freír.
¿Y cómo se hace?
Se coloca la masa de hojaldre/brisa con su papel de horno en un molde adecuado: cuadrado o elíptico si la masa es cuadrada y redondo si la masa es redonda. Si la masa que compréis no lleva papel de horno, ponedlo, será mucho más fácil desmoldar la quiche después.
Una vez colocada la masa, se pone queso (yo uso aquí abajo el queso mozzarella) bien distribuido por toda la masa.
Se corta la cebolla y el bacon (si no viene cortado ya) y se sofríen. Recordad que la cebolla se debe sofreir a fuego medio-bajo y, una vez ya doradita, se sube el fuego y se añade el bacon, dándole unas cuantas vueltas en la sartén.
Se extiende este sofrito por encima del queso, distribuyéndolo uniformemente por toda la extensión de la quiche.
A continuación, se extiende de nuevo queso todo por encima (aquí uso el de mezcla de cuatro quesos), procurando que quede todo cubierto. Sed generosos, queso nunca sobra.
En un cuenco, se baten los huevos y se mezclan bien con la nata, echándolos luego por encima de la quiche con cuidado de que quede uniformemente repartida la mezcla por toda la extensión.
El horno se debe haber precalentado a 200º y la quiche se debe poner arriba y abajo a 150º durante unos 20-30 minutos (recordad lo que siempre os digo: cada horno es un mundo, hay que observar la primera vez que se hace una receta para ver cuánto tiempo y potencia necesitamos). Para comprobar que está bien hecha, la pinchamos con un cuchillo. Si sale limpio, es momento de poner el horno sólo arriba durante unos minutos para que se dore un poco la superficie, hasta que quede como gratinada.
Y ya está lista para comer y disfrutar…
2. Historia.
La quiche es un plato de origen francés.
La palabra quiche se deriva del vocablo Küchen en el dialecto lorenés, hablado en la región de Lorena, en el noreste de Francia. Este término deriva a su vez del alemán Kuchen (pastel).
La quiche lorraine es conocida como la receta original de la que proceden todas las demás variantes de quiche. La palabra aparece por primera vez en Nancy, capital de Lorena, en 1605. En un principio, el relleno se componía sólo de huevos y crema de leche o nata fresca. En el siglo XIX, se le añadieron pequeñas tiras o tacos de panceta magra, fresca o ahumada. Posteriormente, la receta se extendió a otras regiones de Francia y a otros países, dando lugar a múltiples variantes de esta tarta salada.
3. Variaciones.
Lo bueno de la quiche es que admite cualquier alimento salado. Es un plato ideal cuando tienes algunas cosas en el frigorífico que ves que se te van a poner malas pero que no te pegan en ningún otro plato de los que tienes pensado para esa semana.
Yo las he hecho de espárragos trigueros, de jamón, de setas, de calabacín, de tomate…de cualquier cosa que se me ha ido ocurriendo. La mayoría de los ingredientes los he sofrito un poco antes de echarlos a la quiche (sin pasarse, tened en cuenta que se van a seguir haciendo todavía un rato mientras están en el horno).
4. Conservación.
La quiche aguanta tres días en el frigorífico tapada y se puede calentar sin problema en el microondas sin que pierda sabor.
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