El pesto es una de esas salsas básicas que la sacan a una de apuros. No solo sirve para la pasta. Pruébelo con pollo, en sopa de tomate, en un fondue de queso, sobre pescado, con pan y tomate, en emparedados. Esta receta se hace ¨al ojo¨... es decir, echando de a poco hasta que quede como uno quiera... aunque no del todo.
Aceite de Olivas
Albahaca
Sal
Nueces (o se pueden usar otras semillas como piñones, macadamias, almendras… pero evite el maní -el cacahuete, en España-).
Queso parmesano
Se pone todo en un procesador de comidas, una batidora o en una licuadora (o a la antigua, en un mortero), se enciende, hasta que se revuelva bien. Si está muy seco, o cuesta que la licuadora o procesador mezcle todo, ponga un poquito más de aceite de olivas. Pruebe la sal antes de usarlo.
Muchas gracias a Marcela Jiménez por la receta.
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