Esta semana mi intención era poneros la receta de los buñuelos, dulce típico español del Día de Todos los Santos, pero no conseguí que me salieran bien, así que tendré que seguir practicando para poderos dar la mejor receta posible. Mientras tanto, espero que sepáis perdonarme con esta receta, que igual puede hacerse dulce que salada: crepes.
1. Receta.
Los ingredientes que necesitamos para hacer entre cuatro y ocho crepes (depende de lo gorditas que las hagáis) son:
- 100 g. de harina.
- 2 huevos.
- medio litro de leche.
- 25 g. de mantequilla.
- un pellizco de sal.
- mantequilla para dorar los crepes.
- el relleno escogido para las crepes (tenéis algunas sugerencias más abajo).
¿Y cómo se hace?
Se ponen en un vaso de batidora la harina, los huevos, la leche, la mantequilla y la sal. Batimos hasta que tengamos una masa líquida sin grumos. A veces queda como espuma encima, pero no deben quedar trozos de mantequilla.
Se unta la sartén en la que vamos a hacer los crepes con una pizca de mantequilla para evitar que se pegue la masa. Se pone a fuego suave o, si tenéis prisa, a fuego medio. (Nota: no ponerlo nunca a fuego fuerte, porque se quemará por fuera y la masa se quedará cruda por dentro).
Se echa la masa poco a poco del centro a los lados hasta cubrir la sartén con una capa de masa del grosor elegido (Nota: si echáis mucha masa en los lados, se quedarán los crepes con un reborde exterior que os dificultará el poder darles la vuelta). Dependiendo de cuánta masa echéis, os quedarán unos crepes más finos o más gordos, depende de lo que os apetezca ese día. Para unos crepes normales, no muy gordos, hechos en una sartén mediana, debéis echar dos cucharones de sopa, aproximadamente (Nota: el tamaño y grosor de vuestros crepes dependerá no sólo de cuánta masa echéis, sino también del diámetro de vuestra sartén. Tened siempre en cuenta que cuando más grande sea la sartén, más grandes serán los crepes y, por lo tanto, más complicado será poder darles la vuelta).
Se van levantando los bordes de los crepes de vez en cuando para ir viendo si se van dorando o no. Una vez vemos que están realmente doraditos por la parte que está en la sartén, se les da la vuelta con una espátula, teniendo cuidado de que no se doblen (Nota: si sois muy habilosos, podéis darles también la vuelta lanzándolos al aire y volteando la sartén, pero el método de la espátula es ciertamente más seguro y va a evitar que acabéis con la cocina llena de masa para crepes).
Se dejan dorar también por el otro lado y se sacan de la sartén.
Y ya sólo queda que pongáis el acompañamiento. Lo bueno de esta receta es que combina igual con dulce que con salado.
Si os decidís por un acompañamiento dulce, mis sugerencias serían:
- con azúcar morena y zumo de limón.
- con sirope del sabor que más os guste.
- con mermelada de vuestro sabor favorito.
- con nata y chocolate.
- con chocolate y nueces.
- con dulce de leche.
- con yogur y frambuesas/fresas.
- con nutella y plátano en rodajas.
Si os apetece más algo salado, optaría por:
- jamón serrano.
- queso del tipo que más os guste.
- tiras de pollo con mostaza antigua y salsa alioli.
- cebollita caramelizada y queso de rulo de cabra.
- revuelto de gulas y gambas.
- salsa cremosa de champiñones/seta y bacon.
- ricotta, piñones tostados y miel (Nota: ésta es un poco más cara, porque los piñones andan a un precio en España…).
- salmón ahumado, eneldo y queso de untar.
2. Historia.
El origen de este plato se sitúa en la época del Imperio Romano. La palabra crepe viene del latin “cripus” que significa crespo u ondulado.
Posteriormente reaparecen en Francia en el siglo XIV, donde eran comida de pescadores y campesinos, que las usaban para acompañar sus platos habituales.
3. Curiosidades.
Durante el martes de Carnaval y la fiesta de la Candelaria, toda Francia se divierte comiendo crepes.
En Inglaterra se celebra el Día de los Panqueques (otro nombre con el que se conoce a los crepes) el último martes antes de empezar la cuaresma.
El chef Paul Dedroog, originario de la ciudad de Sint-Katelijne-Waver en Bélgica batió el récord formando una torre solamente con crepes que alcanzó los 77 cm. de altura con un total de 203 crepes. En ella se utilizaron un total de 24 kilogramos de masa y los crepes fueron unidos uno con otro con algunos aderezos como miel y mermelada.
4. Conservación.
Este plato aguanta un día en el frigorífico, pero está mucho mejor recién hecho y calentito. Lo que sí aguanta varios días en el frigorífico es la masa, por si hacéis de más.
No se puede congelar.
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