sábado, 4 de agosto de 2012

Tiempo de fruta variada, tiempo de mermelada



Después de varios meses sin aparecer por aquí debido a mi accidente y otros problemas varios, aquí estamos de nuevo con una receta fácil y que se puede guardar para comerla todo el año ñamñamñam

Aprovechando las frutas de verano, vamos a hacer mermelada de albaricoque.





1. Receta.

Los ingredientes que necesitamos para esta mermelada son:

- albaricoques.

- azúcar (Nota: si os gusta poco dulce, podéis usar azúcar morena. Si estáis a régimen, podéis usar edulcorante).

- zumo de limón.

Como veis, no he puesto cantidades. En esta receta lo importante es la proporción entre los ingredientes. Hay que poner la misma cantidad de fruta pesada sin hueso que de azúcar. En cuanto al zumo de limón, calculad medio limón por cada kilo de fruta (Nota: el limón no va a añadir sabor a vuestra mermelada, se utiliza simplemente para que la fruta suelte la pectina, que es el agente encargado de que la mermelada espese).

Lo más importante a la hora de hacer mermeladas es su conservación.

¿Cómo esterilizar los tarros para envasar la mermelada?

Yo hago una doble esterilización.

Primero se pone un trapo en el fondo de una cazuela grande y se meten los tarros y las tapas, bien cubiertos de agua (Nota: el trapo se pone para que los tarros no se rompan al chocar contra el fondo de la cazuela durante la cocción). Se lleva a punto de ebullición y se deja cocer al menos diez minutos. Cuidado al sacarlos, que el agua que se queda dentro puede provocar más de una quemadura, en particular la que se queda en las junturas de las tapas, que no se ve y se derrama cuando menos lo esperamos.

Una vez que tenemos la mermelada casi acabada, ponemos el horno arriba y abajo sin aire a precalentar a 150º. Cuando esté caliente, metemos los tarros (Nota: ojo, sólo los tarros, sin las tapas) y los dejamos diez minutos. Apagamos el horno y dejamos los tarros dentro hasta que llegue el momento de rellenarlos con la mermelada.


¿Y cómo se hace?

Cogemos los albaricoques enteros y los ponemos a hervir cubiertos de agua durante diez minutos o hasta que estén blandos. Escurrimos y los dejamos enfriar.

Una vez fríos, quitamos los huesos. Podéis quitar la piel también si no os gusta, pero no es necesario.

En una olla ponemos la fruta, el azúcar y el zumo de limón colado. Llevamos a ebullición.

Una vez está la mezcla hirviendo, bajamos el fuego y lo dejamos cocer a fuego lento durante aproximadamente 45 minutos. Hay que remover de vez en cuando, porque si no se queda pegado al fondo y se quema. Además, hay que aplastar la fruta con una espátula de madera para que no queden trozos demasiado grandes.

Veréis que poco a poco la mezcla va espesando y cogiendo apariencia de mermelada. Si queréis estar seguros de que está en su punto, podéis usar un plato frío. Si al echar unas gotas de mermelada ésta se cuaja inmediatamente, es momento de retirarla del fuego.

¿Cómo envasamos al vacío?

Vamos cogiendo uno por uno los tarros que hemos dejado en el horno y los llenamos casi hasta el borde con la mermelada. Tapamos e inmediatamente los ponemos boca abajo (Nota: ojo que queman un montón, usad siempre guantes, que los trapos resbalan y los trozos de mermelada y cristal si se cae un tarro al suelo no son buenos, sobre todo si os caen en las piernas).

Dejamos reposar así los tarros un mínimo de cinco horas. Yo los suelo dejar toda la noche, para asegurarme de que están ya fríos del todo antes de almacenarlos.


2. Historia.

La palabra "mermelada" proviene del portugués marmelada que significa "confitura de membrillo" (membrillo se dice marmelo en portugués) y ésta a su vez del latín melimelum (un tipo de manzana) que tiene su origen en el griego melimelon (meli=miel y melón=manzana).

Independientemente del origen de la palabra, las mermeladas nacieron de la necesidad de conservar los excedentes de fruta durante la estación que eran más abundantes.

Los romanos conservaban las frutas enteras bañadas en miel, ya que no se conocía el azúcar. El primer libro de cocina conocido por el mundo "De asuntos culinarios" escrito por el gastrónomo romano Marcus Gavius Apicius en I d.C., incluye recetas para frutas preservadas.

Fueron los árabes quienes implantaron el cultivo de la caña de azúcar en todo el Mediterráneo. Una creencia popular cuenta que los cruzados que regresaban de sus invasiones trajeron consigo del mundo árabe jaleas y mermeladas a Europa.Durante la Edad Media el azúcar llegó a sustituir a la miel y se popularizó por toda Europa la elaboración de mermeladas, que se preparaban de forma artesanal en casi todos los hogares.


3. Curiosidades.

Nathan Wyburn, un joven artista de Ebbw Vale, ha creado una serie de retratos de celebridades con mermelada, en un lienzo de pantostado.

También existe una mermelada de cofrade, elaborada con el Licor del Penitente con la intención de ofrecer “una mermelada con verdadero sabor a Semana Santa”, tal y como explican en su página web.

Sam Bompas, fundador de la empresa de catering Bompas y Parr, ha utilizado cabellos de la extinta Princesa Diana de Gales en la elaboración de una mermelada especial, como parte de una muestra de arte de la Casa Surrealista en la Galería de Arte Barbacana, que también incluye objetos de Salvador Dali y Rene Margritte. Bompas dijo que la reserva se hace fundiendo un diminuto mechón del pelo de la princesa fallecida con ginebra, que es combinada luego con leche y azúcar para crear un producto con en sabor parecido a la leche condensada. El cabello fue comprado en eBay por $10, a un vendedor estadounidense que colecciona lo que él asegura es el pelo auténtico de personas famosas y luego lo vende en cantidades pequeñas, junto con otros objetos de interés de las celebridades muertas.

Bompas &Parr ha creado también mermeladas con arena de la Gran Pirámide en Egipto y madera del barco Victoria de Nelson. Cualquiera de éstas extrañas mermeladas está disponibles para la compra, en la tienda de regalos de la galería de Bompas, en Londres, Inglaterra.


4. Propiedades.

Hay que destacar el gran aporte energético que nos ofrecen las mermeladas y las compotas, por eso es un gran aliado para comenzar la mañana o para obtener energía rápida antes de correr, caminar o hacer deporte.

También  tienen altas cantidades de fibra, ya que se utiliza todo de la fruta, incluso la piel de algunas de ellas.

El aporte vitamínico también es excelente

Además, dependiendo de la fruta usada en su elaboración, se añaden otras propiedades. 

Repasemos las propiedades de las frutas más utilizadas:

Mermelada de Manzana (Pyrus malus): alopáticamente, macrobióticamente y energéticamente, la manzana es la fruta de la normalidad, pues tiende a normalizar o equilibrar nuestro organismo, especialmente el tracto intestinal, tanto en caso de estreñimiento como de diarrea.

Mermelada de Pera (Pyrus comunis): la medicina energética considera a la pera como un alimento tonificante del pulmón y por lo tanto ideal durante los  episodios de resfriados y para los  estados de cansancio.

Mermelada de Tomate (Lycopersicum spp.): desde el punto de vista terapéutico, las virtudes del tomate provienen de su riqueza vitamínica y muy especialmente gracias a su contenido en licopeno, un anticancerígeno de primer orden, de la familia de los carotenoides, resistente al calor, de manera que conserva sus propiedades beneficiosas tanto en forma de mermelada como de salsa.

Mermelada de Ciruela (Prunus domestica): conocida por sus virtudes laxantes, la ciruela retrasa el envejecimiento. Además de su riqueza en vitamina E y de fibra, hay que añadir la fuente de carotenos, flavonoides, potasio y fósforo; ayuda a controlar el colesterol. La vitamina E es la responsable de retrasar los efectos del envejecimiento.

Mermelada de Cereza (Prunus avium): la mermelada de cereza es ligeramente laxante, y suavemente depurativa. Conviene a las personas que sufren de dolores articulares u obesidad (protección cardiovascular), porque es una de las frutas que mayor contenido tiene en antocianinas.

Mermelada de Higos (Ficus carica): este árbol de floración curiosa nos da un magnífico fruto cuyas principales virtudes son la de ablandar la tos y como laxante (ya usado por este motivo por los egipcios hace más de cuatro mil años).

Mermelada de Moras (Rubus fruticosus): la cantidad de antocianinas presentes en las moras hacen de esta fruta un alimento preventivo contra el cáncer de primera línea.

Mermelada de Fresa (Fragaria vesca): ver “antocianinas”, antes.

Mermelada de Limón (Citrus spp.): el ajo y el limón son para la medicina naturista lo que el paracetamol y la penicilina para la medicina alopática; o sea, de uso diario. La mermelada o el jarabe de limón es suavemente digestivo, sirve para aromatizar infusiones y bebidas medicinales tomadas para la pesadez gástrica.


5. Variedades.

Existen mermeladas de prácticamente todos los tipos de frutas: ciruela, manzana, fresa, plátano, arándano, mora, cereza, naranja, limón, membrillo, melocotón, albaricoque... Aunque la fruta es el componente básico, algunas mermeladas también se pueden elaborar con hortalizas, como el tomate y la zanahoria.


6. Conservación.

Mientras no se abra el tarro y se rompa el vacío, se pueden almacenar en cualquier armario, en lugar oscuro y seco. Conviene poner etiquetas con la fruta y el año de elaboración. Aguantan sin problemas dos años.

Una vez abierto el tarro, conservar en el frigorífico.

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