Como he prometido por ahí por el
Facebook, la receta de esta semana es bien ligera y apetitosa, ideal para estas
noches de verano: tortitas de calabacín
con salsa de yogur.
1.
Receta.
Los ingredientes que necesitamos para dos
personas con mucha hambre o tres de hambre normal son:
- 2 calabacines grandes.
- 1 huevo.
- 70 g. de harina.
- 30 g. de queso rallado (Nota: dependiendo del queso que uséis, el sabor será más o menos fuerte, cada uno que le añada el que más se ajuste a su gusto).
- 1 cucharadita de postre de levadura.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal
Además, para la salsa necesitaremos:
- 2 yogures griegos.
- mostaza antigua al gusto (Nota:
dependerá de cómo de suave o fuerte os guste la salsa. Yo suelo echarle el
equivalente a dos cucharadas soperas).
- hierbas al gusto (Nota: yo
suelo echarle tomillo, romero, orégano y albahaca, pero se pueden cambiar por
otras que os agrade el sabor, es cuestión de probar distintas combinaciones
hasta que deis con la ideal para vosotros).
Con estas cantidades sale
bastante salsa, yo lo que suelo hacer es utilizar la que me sobra para al día
siguiente hacer una ensalada de arroz con salsa de yogur, buenísima y muy
fresquita para estas fechas de calor.
¿Y
cómo se hace?
Lavamos bien los calabacines y
los rallamos sobre un escurridor grande. Le echamos dos pellizcos de sal y los
dejamos unos 20 minutos para que suelten el agua.
Mientras esperamos a que el calabacín rallado escurra el agua, podemos ir
preparando la salsa de yogur. Tan sólo hay que mezclar bien todos los
ingredientes en un bol con ayuda de una cuchara. Guardarla en la nevera hasta el momento de servirla.
En un bol grande batimos el
huevo. Pasados los 20 minutos, aplastamos bien los calabacines rallados con las
manos para que acaben de soltar toda el agua, los incorporamos al huevo y
mezclamos .
En un bol aparte, mezclamos la
levadura con la harina. Incorporamos la mezcla al bol con el calabacín y el
huevo y mezclamos.
Incorporamos el queso rallado
y mezclamos.
Ponemos una sartén o plancha con un poco de aceite a fuego medio. Con una cuchara grande, cogemos la masa y vamos formando tortitas en la sartén ayudándonos de una espumadera para aplastarlas y de la propia cuchara para darles la forma redondita.. También se puede hacer con moldes de emplatar.
Dejamos que cojan consistencia y
les damos la vuelta a las tortitas con una espumadera con cuidado de no
romperlas.
Una vez doradas por ambos lados
retiramos y dejamos sobre papel de cocina para que acabe de soltar el aceite
que hayan podido coger.
Las servimos calientes con la salsa de yogur bien fría.
2.
Historia.
No se sabe con seguridad si el calabacín proviene de Asia meridional o de América central.
Existen pruebas de que ya era consumido por los egipcios y, más tarde, por griegos y romanos.
Los árabes extendieron su cultivo a las zonas mediterráneas, donde se convirtió en un alimento de consumo habitual en la Edad Media.
En las zonas del norte de Europa su consumo fue más tardío y no tuvo lugar hasta la II Guerra Mundial.
3. Curiosidades.
Además del
fruto de la planta del calabacín, también se pueden consumir sus flores. Éstas
pueden presentarse como acompañamiento de otros platos o constituir un plato
por sí mismas. Se pueden preparar de formas muy diversas: cocidas, asadas,
fritas o incluso rellenas.
A la hora de guardarlos en la nevera hay que procurar no colocarlos cerca de melocotones o melones, ya que podría propiciar la aparición de sabores amargos.
El calabacín es un alimento de bajo aporte
calórico, idóneo para incluir en la dieta de personas con exceso de peso.
En relación con su contenido vitamínico, destaca
la presencia discreta de folatos, seguido de la vitamina C. También contiene
vitaminas del grupo B como B1, B2 y B6, pero en menores cantidades. Los folatos
intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis del
material genético y en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico. La
vitamina C tiene una acción antioxidante, interviene en la formación de
colágeno, huesos, dientes y glóbulos rojos, además de favorecer la absorción
del hierro de los alimentos y aumentar la resistencia frente a las infecciones.
En cuanto a su contenido en minerales, el calabacín es una buena fuente de potasio, además de presentar pequeñas cantidades de magnesio, fósforo y hierro. El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal. Además, actúa en el equilibrio acuoso dentro y fuera de la célula. El magnesio juega un papel importante en la formación de huesos y dientes, se relaciona con el funcionamiento del intestino, nervios y músculos, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.
El calabacín es una hortaliza que posee propiedades emolientes (suavizantes) sobre el aparato digestivo gracias a su contenido en mucílagos, un tipo de fibra que suaviza y desinflama las mucosas del aparato digestivo. Esta propiedad, unida al hecho de que resulta fácil de digerir y con un suave efecto laxante, le convierte en un alimento cuyo consumo se aconseja especialmente a aquellas personas con estómago delicado o problemas digestivos como gastritis o estreñimiento.
Son beneficiosos en caso de hipertensión,
hiperuricemia y gota, cálculos renales, en caso de retención de líquidos u oliguria
(producción escasa de orina).
Su contenido de fibra le confiere propiedades laxantes. La fibra previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y al buen control de la glucemia (niveles de azúcar en sangre) en las personas que tienen diabetes.
Por último, también, resulta muy recomendable en el caso de mujeres
embarazadas. Dos calabacines de tamaño medio aportan una octava parte del ácido
fólico que precisan al día a fin de prevenir importantes malformaciones en el
feto.
5.
Variedades.
Los
calabacines pueden clasificarse en varios grupos en función de su color:
1.
Su color es
verde o negro y su forma cilíndrica. Incluye diferentes clases de calabacín:
a) de color verde medio.
b) de color negro
brillante.
2.
Los frutos
son de color gris o gris verdoso. Dentro de esta variedad también existen
distintos tipos:
a) variedad de calabacín verde claro con puntos grises.
b) variedad de color
verde muy claro.
6.
Conservación.
Estas tortitas aguantan tres días
en el frigorífico, listas para simplemente calentarlas en el micro o el horno.
La salsa de yogur no recomiendo
conservarla más allá del día siguiente al que la hagáis y siempre en la nevera.
Hola Cris !!! Lo he hecho y me ha quedado muy bueno ! Las primeras tortitas me salieron fatal pero luego las empecé a hacer en una mini sarten, y esas fenomenal ! mil gracias por la receta!
ResponderEliminarPor cierto, a la salsa de yogur le puse hierbabuena en vez de eneldo (no tenía) y me quedó bueno. Besitos !!! Ali
Hola, Ali :o) Me alegro mucho de que te haya gustado la receta. Ya te dije que era muy facilita y que estaba buenísima. La salsa de yogur la puedes usar para muchos platos más. Seguro que la que has hecho con menta va bien para una ensalada con mango o para acompañar a un pollo al curry :o)
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